lunes, 16 de junio de 2008

En México sólo existe la transparencia de la corrupción


Mariluz Barrera González.

Hace algunos años en México se empezó a hablar de “Transparencia”, por que supuestamente, en nuestro país los ciudadanos no teníamos acceso a cierta información de lo que algunas instituciones y funcionarios hacían con el dinero que manejan. Es irónico y me sorprende el cinismo tan grande al que hemos llegado tanto los políticos, los funcionarios y los mismos ciudadanos; pues se crea una disposición como la transparencia en la que se gastan millones de pesos y que al final no sirve para nada; volviendo a confirmar que en México la corrupción no parece tener fin. Ahora somos corruptos “transparentemente”, y no es que los ciudadanos no estuviésemos enterados de lo que sucedía con nuestra economía manejada por los que están en el poder, es que durante muchos siglos se creó una sociedad que “no habla, no demanda, no denuncia, tolera y acepta” las injusticias y los actos de corrupción; y peor aún una sociedad que también los lleva a cabo, como algo que forma parte de su diario vivir.

Una de las últimas disposiciones de la contraloría para la efectividad de la transparencia es el nombramiento de un Contralor Interno en las instituciones, que será encargado de vigilar y regular las funciones tanto de la institución como de los directivos en sus manejos de la misma. Lo ilógico en este caso es que es una persona que no cubre un perfil designada por el mismo director de la Institución de quien recibe el sueldo; dejando claro que no trabaja para la Contraloría. En muchísimos casos se sabe que estos Contralores Internos no están cumpliendo con sus funciones, pues acatan las disposiciones de los jefes a quienes les deben el cargo, protegiéndolos y usando su posición para perjudicar a otros, gozando al final de privilegios injustos y fuera de la ley. ¿En dónde está la transparencia? Esto solo es un pequeño ejemplo de que la transparencia se convirtió en una disposición corrupta que no está para beneficiar a los ciudadanos, sino a los que tienen el poder, pues si en una pequeña institución no se puede controlar la corrupción y los empleados tienen que callar por miedo, aceptando que se lleve a cabo, imaginémonos lo que sucede a niveles mas grandes donde nos venden la idea de que la Transparencia fue un cambio beneficioso, mas bien la Transparencia lo que permite actualmente es que podamos observar de forma mas clara y nítida como se llevan a cabo los actos de corrupción.

La verdadera modalidad en cuestión de Transparencia, sería que los ciudadanos demandáramos y denunciemos con la garantía de protección sin represalias, y que entendiéramos de una vez por todas que en manos de la sociedad está el que la corrupción termine y que dejemos de pensar que es la única opción de vida en nuestro país para lograr beneficios y bienestar.- San Francisco de Campeche.

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